“…the only people for me are the mad ones, the ones who are mad to live, mad to talk, mad to be saved, desirous of everything at the same time, the ones who never yawn or say a commonplace thing, but burn, burn, burn like fabulous yellow roman candles exploding like spiders across the stars…”
Leer siempre es un acto individual y completamente subjetivo, depende de tu experiencia y el momento en tu vida en el que te encuentres. “On The Road” es una novela aclamada por generaciones y en listas de “libros para leer antes de tus 20s”. Yo lo leí cuando tenía 27.
“On The Road” es un libro que puede tener muchas interpretaciones. Puede llegar a ser sumamente relevante a los 17. Pero una década más tarde, el romanticismo e ingenuidad de otros tiempos no resuenan tanto y se convierte en una historia triste y melancólica sobre la búsqueda de identidad.
La novela semi-autobiográfica de Jack Kerouac narra el viaje de Sal Paradise (Kerouac) a través de Estados Unidos, a veces lo acompaña Dean Moriarty (Neal Cassady) quien la vida misma es su fuente de emoción. Paradise hace varias escalas en las que además de conocer personas nuevas se empieza a conocer a sí mismo e incluso se enamora del camino.
Aunque no creo que alguna vez dejemos de buscarnos, esta historia en particular tiene un dejo de desesperación por encontrarse a uno mismo pero sólo encuentran a la vida que muchas veces es decepcionante. Esta búsqueda de significado con la que todos nos relacionamos, lleva a los personajes a anécdotas entretenidas pero que probablemente no entenderán hasta tener la perspectiva del tiempo. Personalmente, no vi el libro como algo romántico sino como una obra bellamente triste. El momento en que los personajes tienen algo cercano a la “felicidad” salen a la carretera a buscar justo aquello que acaban de dejar.
William Burroughs escribió acerca del libro “The Beat literary movement came at exactly the right time and said something to millions of people all over the world were waiting to hear… The alienation, the restlessness, the dissatisfaction, were already there waiting when Kerouac pointed out the road.”
“On the Road” de Kerouac fue un estandarte para la generación beat. A pesar de que Kerouac no estaba completamente cómodo con todo lo que se le atribuía ni con la popularidad que adquirió después con esta novela.
Tal vez la historia no apele a nuevas generaciones pero la insatisfacción y alienación está presente en nuestra generación que ha vivido cambios radicales y la búsqueda de identidad se ha expandido más allá de los 20s. “On The Road” tiene la habilidad de inspirar, mover y hacer reflexionar al lector. Será interesante releerlo en distintas etapas de mi vida y encontrar un libro distinto en cada oportunidad.