“La clave para comprender la longevidad de Zeppelin no es otra cosa que la aceptación del cambio.” – Jimmy Page
“Led Zeppelin III” salió el 5 de octubre de 1970. El tercer álbum no fue muy bien recibido por la crítica ya que se salía de las convenciones del heavy metal, género que se le había asignado a la banda, con encabezados despectivos como “Led Zeppelin ahora es acústico”. Incluso Page comentó que le llevó años a la gente aceptar el disco. Plant asegura que es “la madre de sus discos”. A pesar de que “Led Zeppelin (I)” y “Led Zeppelin II” incluyen canciones acústicas, en el momento fue confuso para los fans, no entendían por qué una banda tan famosa no continuaba con lo que les daba dinero y por lo que eran famosos. “Led Zeppelin III” fue un paso hacia la madurez musical de la banda probando que ellos podían componer más que rock estridente y riffs alocados.
El álbum empieza con los ahora clásicos gritos de Plant en “Immigrant Song”. 2 minutos y medio de pura energía. Plant dijo que se inspiró en un viaje que hicieron a Islandia para un concierto en junio, un mes dónde el sol nunca sale del todo, y “escribió en la voz de un jefe nórdico encabezando una invasión marítima”.
El segundo track es “Friends” donde las cuerdas de la guitarra son la guía de la canción con poca elevación vocal de Plant, una pequeña introducción al lado B del disco.
“Celebration Day” empieza con una distorsión de guitarra, sólo aumenta pero no llega a una psicodelia como “Dazed and Confused”.
“Since I’ve Been Loving You” es el cuarto track. 7 minutos de desamor y blues desgarrador. Lenta al principio, la voz de Plant es acompañada por una batería intensa y con el solo de Page demuestran que Zeppelin es mucho más que sólo rock.
“Out on the Tiles” probablemente una canción subestimada dentro del repertorio de Zeppelin, pero se puede escuchar la futura influencia en bandas como Aerosmith.
El sexto track “Gallows Pole”, de acuerdo con Rolling Stone, “apareció hace siglos, en forma de una canción folk llamada ‘The Maid Freed From The Gallows’”. A la cual Page y Plant le hicieron varios arreglos. Page toca el banjo y Jones el mandolin. A pesar que mantiene su esencia folk, Led Zeppelin no puede hacer más que adueñársela y cierra con coros de ecos del “aha” de Plant.
El siguiente track es “Tangarine” la introducción de la canción recuerda a el inicio de “Stairway to Heaven” pero mientras STH se alza para convertirse en un himno épico, “Tangarine” se queda en una balada.
“That’s the way” es una canción lenta, incluso romántica y dulce, rayando en lo nostálgico. En la que Plant tiene un perfecto control de su voz.
El noveno track es “Bron-Y-Aur Stomp”, el nombre surge de la villa galesa Bron-Yr-Aur dónde Page y Plant compusieron la mayoría del tercer disco. La canción es folk como sólo Led Zeppelin lo puede interpretar, futurista y con estilo. Track destacado del disco por ser inusual.
El álbum cierra con “Hats Off to (Roy) Harper” una vez más Zeppelin demuestra que sus canciones acústicas tienen estilo, la canción se compone de slides de guitarra y una suave distorsión en la voz de Plant que te transporta a una época pasada.
La maravilla de los discos de Zeppelin es que nunca son una misma fórmula siempre encontrarás algo nuevo e inusual, incluso 40 años después.