La historia de Christopher Johnson McCandless fue llevada a la pantalla grande en el 2007 por Sean Penn, quien la escribió y dirigió. La película está basada en el libro con el mismo nombre “Into The Wild” de Jon Krakauer, quien primero escribió un artículo sobre la odisea de McCandless para la revista Outside. No fue suficiente para Krakauer, la historia resonaba demasiado para él porque se asimilaba a sus propias experiencias en Alaska. Con la ayuda de la familia McCandless, Krakauer siguió los pasos que alguna vez Chris McCandless tomó. Aunque en el camino era mejor conocido como Alexander Supertramp.
Krakauer conoció a varias personas que cruzaron caminos con “Alex” y permitieron formar un mejor retrato de quien era McCandless que de otro manera se hubiera perdido en the wilderness.
Después de 10 años de espera, Sean Penn obtuvo el permiso de la familia para hacer la película. El resultado fue una obra donde el compromiso por contar esta historia es evidente en cada detalle.
En el libro Krakauer quiere explicar por qué McCandless desapareció sin contactar a sus familiares por dos años para embarcarse en una travesía a través de Estados Unidos. El norte era su último destino y motivación, Alaska era el viaje para el que siempre se estaba preparando. Quería vivir de la naturaleza y demostrarse a si mismo que podía hacerlo. Pero ya nunca pudo salir de Alaska.
La inquietud de Krakauer de explicar quien era McCandless fue una forma de explicar quien era Krakauer también. La respuesta negativa a su artículo en Outside fue lo que le llevó a tratar de exponer la complejidad de McCandless. Incluso en la segunda edición del libro hace una corrección sobre cómo McCandless murió, pero la verdadera causa de su muerte no se supo hasta el 2013 en un artículo de Krakauer publicado en The New Yorker.
El impacto de la historia de esta persona ha sido inmenso, inspiradora para unos, un mal ejemplo para otros. El compromiso que implica contarla es palpable en las obras creativas que han derivado de ella. Pero la historia es para ser contada en la gran pantalla. Las locaciones de “Into The Wild” son los lugares que McCandless visitó y son verdaderamente increíbles, verlos aunque sea a través de una pantalla te quitan el aliento.
A pesar de que “Into The Wild” dura 2 horas y 28 minutos, el viaje fílmico transcurre sin momentos innecesarios. Penn decidió contar la historia en 4 capítulos, Chapter 1: My Own Birth, Chapter 2: Adolescence, Chapter 3: Manhood, Chapter 4: Family, Final Chapter: Getting of Wisdom, donde se desenvuelven los andanzas de McCandless y cómo el camino le dio una nueva vida .
Sean Penn le propuso a Eddie Vedder de Pearl Jam que compusiera música inspirada en la película. Vedder creó temas sobresalientes como “Long Nights” y “Hard Sun”. Penn deseaba que las canciones fueran el sustituto de los diálogos para algunas escenas y Vedder creó “Guaranteed”, la canción es una buena conjetura de quien habría podido ser McCandless. “Guaranteed” refleja la filosofía de McCandless en sus letras, “on bended knee is no way to be free, lifting up an empty cup I ask silently that all my destinations will accept the one that’s me so I can breathe” o “everyone I come across in cages they bought they think of me and my wandering but I’m never what they thought, got my indignation but I’m pure in all my thoughts I’m alive”.
Aunque muchos critican la historia de McCandless y consideran sus acciones excéntricas, como donar sus ahorros (24,000 USD) a Oxfam antes de partir, o no ir lo suficientemente bien preparado a Alaska, ya que no llevaba un mapa de la zona o una brújula. Quienes no se ven en Chris y no pueden simpatizar con él, probablemente nunca hayan tenido esa inquietud de buscar una alternativa a lo establecido y conocerse en el proceso. Si algo se puede aprender de la historia de “Into The Wild” es que la vida es para que la moldees a tu manera y la vivas bajo tus términos.